¡¡¡¡GRITEMOS LO QUE SOMOS!!!!

 No es enfrentar nuestra mediocridad o nuestra insuficiencia lo que más tememos. Por el contrario, nuestro temor más profundo es medir toda la extensión de nuestro poder.Es nuestra luz lo que nos da miedo, y no nuestra oscuridad.Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para mostrame tan hábil, tan lleno de talento y tan brillante? ¿Y quién seríamos entonces para no mostrarnos así? Somos hijos de Dios.No servimos al mundo haciéndonos más pequeños de lo que somos. No hay ningún mérito en disminuirse a sí mismo para que otros se sientan seguros.

Estamos aquí para brillar con todo nuestro esplendor, como lo hacen los niños. Hemos nacido para manifestar, en pleno dia la gloria de Dios que está en nosotros.

Y esta gloria no reside únicamente en algunos de nosotros, sino en todos y cada uno. Cuando dejamos que nuestra propia luz resplandezca, sin saber damos permiso a los demás para hacer lo mismo. Cuando nos libramos de nuestro propio miedo, nuestra presencia libera automáticamente a los demás.  (Nelson Mandela, 1994)