Blogia
Salvando sueños...

Estar contigo

   Buenas noches, muy oscuras, muy frías, muy solas...

   Sentada frente a la pantalla desnuda, siento el frío de la invitación. En los dedos un cosquilleo casi orgásmico, me invita a escribir. Doy rienda suelta a mis sentimientos, eso necesitajn mis dedos.

  ¡Quiero exponerme! Gritooooo!!!!!! Que vengan las miradas, las opiniones, los murmullos, necesito de tu impulso, tus latidos, tus ojos reflejados en mis ojos, quiero me ayudes a SER.  Y mientras grito n voz alta aparece una amiga vestida de azul: la Tristeza, una vieja amiga que me visita y se instala en casa, en mi casa-cuerpo y que por más que me esfuerce no consigo desterrala. Nos llevamos tan bien!!!.  Le he prestado mil disfraces: de sonrisa verde, de miedo a la verdad, de Soledad Pérez, pero ella, casi al final de la noche, en la cama vacía, se desnuda y me dice: Aquí, estoy, mírame a los ojos, soy tu tristeza.

    Y es entonces cuando lloro mucho, y cada lamento se une a otro, cada sollozo se liga con recuerdos, con desdidas, con ausencias. Tristeza me abraza, y sus brazos me queman  de adentro hacia afuera. Sus uñas arañan mi piel y me desgarran. Cuanto dolor, cuánto silencio. A tristeza no le gusta que llore sola, a mi tampoco me gusta llorar sola.

 ¿Alguna vez te ha visitado mi amiga Tristeza?    ¿Qué hago para que entienda que no la quiero ver? Sin ser odiosa, claro... todos tenemos derecho a tener compañia y ella parace que prefiere la mía. ¿Quieres explicarle a Tristeza que prefiero estar contigo? 

   

0 comentarios