Te confieso un secreto...
Te confieso un secreto… Una reciente conversación con un amigo que quiero mucho y admiro, me ha traído un montón de preguntas a la cabeza. Como una cinta de fuego, la llevo atada a las sienes en las últimas horas. Las pongo aquí en blanco y negro, para que reposen, para que respiren. Mi amigo tiene 40 años, “con esa edad”, dice no saber qué hacer con su futuro profesional, no sabe si quiere lo suficiente o no a su pareja, duda si existe o no el querer profundo, entero y casi incondicional, no sabe si le gusta el país donde está ahora o preferiría otro sitio al que llamar hogar. Mi amigo dedica casi el 70 % de las 24 horas del día a trabajar en la construcción de un mundo más justo para todos. Convive cerca de los olvidados del Mundo, los que son estadística basura. Mi amigo trabaja para hacerlos acceder a cosas tan básicas como el alimento o el techo. Mi amigo tiene dudas y no es feliz. Por mi parte, beso todas y cada una de las dudas de mi amigo, su cuestionamiento me dice muchas cosas: - que es una persona que anda curiosa y despierta…- que no importa si tienes 15 o 40 u 80 años, las “metas”, las “cosas claras” no bajan por inspiración divina, sino que son un proceso personal, e instransferible.- que mi amigo late con la vida del mundo, porque su trabajo ayuda a crear y respetar la vida. Mi amigo se repite, y le da vueltas en la cabeza a tres preguntas que resumen nuestro andar mortal:
- ¿Vives con quién quieres?
- ¿Vives cómo quieres?
- ¿Vives donde quieres?
0 comentarios