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Salvando sueños...

Cuando salí de la Habana

Cuando salí de la Habana

 Cuando salí de la Habana, llevaba una maleta pequeña casi vacía, con tres ropitas y un libro:

  La isla en peso, de Virgilio Piñeira; una compilación de poemas voraces, llenos de nostalgia, y palabras que te sacuden la esencia de cubano, de islano, de criatura reflexiva que ha vivido una existencia difícil y retadora.

 Con Virgilio y sus palabras aprendí muchas cosas. Estas son las 5 más importantes que quisiera compartir:  

  1. Aunque salgas de Cuba huyendo de los problemas y la precariedad, fuera te esperan otros tipos de problemas aún más grandes y una precariedad de espíritu desoladora.

  2. Aunque no estés orgulloso/a de tu condición de cubano, y trates de ocultar tu procedencia, llevas un cartel colgado imposible de ocultar.

  3. Quién reniega de la tierra que le lo vio nacer, esta maldito. Nuestra fuerza es la isla. 

  4. En Cuba siempre hay alguien o algo que te necesita y espera.

  5. Los cubanos somos felices con nuestro Síndrome de Ulises.           

         

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